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En los últimos 16 años el Gobierno
federal ha gastado más de 3.5 billones de pesos sin que el Congreso discuta ni
apruebe su asignación y en un contexto de escasa rendición de cuentas. Tan solo
en 2016, el presupuesto ejercido superó en más de 500 mil millones de pesos el
aprobado por los legisladores.
El
aspecto más alarmante del manejo de recursos públicos por parte del Estado es
que el presupuesto aprobado no corresponde con el que finalmente se gasta, algo
que ocurre sistemáticamente desde hace décadas. Tan solo en la oficina de la
Presidencia de la República, en 2005 se gastó un 15 por ciento más de lo
aprobado, mientras que el año pasado el exceso fue de 85 por ciento al haber
ejercido 9 mil millones de pesos en lugar de los mil que le fueron asignados.
El Gobierno federal ha gastado en
promedio 216 mil millones de pesos más de lo pactado en los presupuestos
aprobados anualmente desde el año 2000, informó la organización no
gubernamental México Evalúa.
En suma, en los últimos 16 años el
Gobierno federal ha gastado más de 3.5 billones de pesos sin que el Congreso
discuta ni apruebe su asignación y en un contexto de escasa rendición de
cuentas. Tan solo en 2016, el presupuesto ejercido superó en más de 500 mil
millones de pesos el aprobado por el Congreso.
El periodo en el que se denuncia el
aumento del gasto ocurrió en los sexenios de los ex presidentes Vicente Fox
Quesada (2000-2006), Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), y en la actual
administración del Presidente Enrique Peña Nieto, cuyo mandato inició a finales
de 2012.
En los llamados “moches”, que son los
programas de subsidios del Ramo 23 a las entidades federativas, el Gobierno
federal gastó más de 5 mil millones de pesos adicionales al monto originalmente
aprobado, mientras que recortó cerca de 8 mil millones de pesos a la Secretaría
de Salud sin ofrecer explicaciones suficientes sobre la pertinencia de estos
cambios, señaló Edna Jaime, directora general de México Evalúa.
El aspecto más alarmante del manejo de
recursos públicos por parte del Estado es que el presupuesto aprobado no
corresponde con el que finalmente se gasta, algo que ocurre sistemáticamente
desde hace décadas. Tan solo en la oficina de la Presidencia de la República,
en 2005 se gastó un 15 por ciento más de lo aprobado, mientras que el año
pasado el exceso fue de 85 por ciento al haber ejercido 9 mil millones de pesos
en lugar de los mil que le fueron asignados.
Este es uno de varios indicadores que
México Evalúa pone a disposición de la ciudadanía a través de su nuevo
micrositio: La Caja Negra, una herramienta de vigilancia del gasto público que
tiene el objetivo de hacer accesible la información económica que genera el
gobierno y que usualmente requiere de un alto nivel de especialización para
poder ‘traducirla’ a términos entendibles por la ciudadanía de a pie, de manera
que se comprenda en qué se está usando el dinero que proviene de sus impuestos.
Durante la presentación del micrositio,
el coordinador de investigación del Instituto Belisario Domínguez del Senado,
Gerardo Esquivel, señaló que la información que presenta periódicamente
Hacienda “no es accesible a todo el mundo, es difícil sistematizarla y
entenderla”.
Resaltó que el trabajo que realiza
México Evalúa pone en evidencia, por ejemplo, la poca credibilidad de las
finanzas públicas, al observar cuál ha sido la trayectoria real de la deuda de
cara a lo que se ha prometido en el presupuesto.
“El gobierno se ha equivocado, ha
subestimado sistemáticamente el crecimiento de la deuda” en los últimos años”,
señaló.
Por su parte Mariana Campos,
coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México
evalúa, indicó que las cifras e informes que ofrece el gobierno mediante la
Secretaría de Hacienda, están disponibles en grandes cantidades, pero sin tomar
en cuenta aspectos como la calidad y la oportunidad de la información.
En ese sentido, otros países tienen
prácticas de transparencia y rendición de cuentas que hacen palidecer a los
mecanismos mexicanos. Por ejemplo, el Congreso de Estados Unidos tiene
información en tiempo real sobre el control de los recursos públicos, mientras
que en Perú la Hacienda estatal rinde cuentas a la ciudadanía de manera
semanal.
En cambio, en México se ofrece un
reporte mensual de las finanzas y la deuda pública y un desglose trimestral de
las cuentas, de manera que la información no es realmente oportuna.
El Diputado Vidal Llerenas, de Morena,
dijo que la forma en que el gobierno presenta la información “deja muchas
preguntas sin resolver”, como por ejemplo cuál es la fuente de financiamiento
de los incrementos de la deuda. “¿A dónde se fue el endeudamiento? No hemos
visto que se genere infraestructura que impacte económicamente al país”, o bien
por qué se ha decidido hacer recortes en salud o educación y no en otros
rubros. “El gasto en seguridad se incrementa cada año y es un rubro muy poco
evaluado y muy poco transparente”.
Los invitados a la presentación del
micrositio coincidieron en que hace falta generar un mayor debate sobre las
finanzas públicas, lo cual es difícil si no se cuenta con la traducción de la
información, que además es monopolio de la Secretaría de Hacienda.
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