La mayoría de los pobladores de San Primitivo
que buscan a un familiar afirman que sus padres, hijos, esposos, hermanos o
nietos, acudieron por curiosidad
QuePasaCOLIMA.- La tragedia los alcanzó sólo por ir a ver de cerca el
sitio de donde emanaba una fuente de gasolina que dicen, estaban regalando los
huachicoleros; era curiosidad, afirman los vecinos.
La mayoría
de los pobladores de San Primitivo que buscan a un familiar, luego de la
explosión de un ducto de Pemex la tarde del viernes como consecuencia de una
toma clandestina de combustible, afirman que sus padres, hijos, esposos,
hermanos o nietos, acudieron por curiosidad y después el fuego los envolvió.
“Somos
agricultores, toda la comunidad siembra, usted puede ver que el pueblo está
rodeado de sembradíos”, afirman.
Pero la
actividad del huachicoleo es una práctica común en éste y otras poblaciones
cercanas, en las que ellos mismos aseguran, ya han ocurrido incendios, aunque
no de la misma magnitud.
Al lugar de
la explosión -que dejó una extensa área del terreno de alfalfa cubierto de
cenizas, y que durante horas fue un campo repleto de cuerpos rígidos,
carbonizados hasta los huesos- llegaron familias completas, con lágrimas y el
teléfono en la mano, pendientes de alguna esperanza.
Ya con más
confianza, Norma confiesa que la gente llena bidones, envases y hasta cubetas
de gasolina que extraen de los ductos, “por necesidad”, dice.
Extraer
huachicol es un trabajo a “marchas forzadas”, dice un familiar que sigue de
cerca la conversación, y que revela que el litro de gasolina se vende entre 10
y 12 pesos, pero que el que conoce el procedimiento sabe que acercarse a una
fuga de esa magnitud es una sentencia de muerte.
“La gente
que llegó no sabía (extraer gasolina), venían hasta de Actopan y otros pueblos
de por aquí, porque alguien les dijo que aquí estaban regalando gasolina, y
¿quién no va a venir cuando no hay gasolina?”, refiere.
“Para muchos
como yo, que no acabamos la secundaria, los huachicoleros también generan
empleo para las familias pobres, y los políticos no sufren de las carencias que
nosotros sufrimos, y además no vamos a comprar la gasolina a 20 pesos, porque
no nos alcanza”, asegura.
La gente del
pueblo sigue renuente, no cree en los procedimientos periciales o las
investigaciones que realizan para identificar los cuerpos irreconocibles, de
los que sólo un análisis técnico-científico podrá arrojar luz sobre sí en
verdad, se encontraban esas personas en el lugar y momento equivocado.
La mañana de
este sábado, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que la explosión
ocurrida en Hidalgo es un hecho que duele mucho, por lo que se continuará con
la estrategia contra el robo de combustible, atendiendo también las causas y
necesidades de la población para generar opciones de desarrollo.
Tras
refrendar el pésame a los familiares de las víctimas y priorizar la atención a
las personas hospitalizadas, indicó que “tenemos que seguir con el plan de
acabar con el robo de combustible y con esas prácticas, no vamos a detenernos,
vamos a erradicar esto que no sólo daña materialmente, no sólo es lo que pierde
la nación por este comercio ilegal, este mercado negro de combustibles, sino el
riesgo, el peligro, la pérdida de vidas humanas”.
Puntualizó
que frente a este flagelo, el riesgo de una situación similar es constante, por
lo que reiteró el llamado a la población a no relacionarse con estas prácticas.
En este
sentido, también pidió a la población que pueda brindar la información
necesaria que ayude al esclarecimiento de los hechos y la información que
tengan de las personas que pudieran participar en estos actos ilegales.
Reiteró que
“vamos a continuar con este plan, sino no estaríamos cumpliendo con nuestra
responsabilidad, no vamos nosotros a ser indolentes u omisos; todo esto es muy
doloroso, pero también muy aleccionador para que entre todos, como lo hemos
venido haciendo, resolvamos el problema”.
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