Los vapores, la presión residual del ducto y
la falta de acción de las autoridades pudieron abonar a la tragedia, dijo un
experto de AT Kearney.
QuePasaCOLIMA.- La explosión en un ducto de Pemex en Tlahuelilpan,
Hidalgo, ocasionada por una toma clandestina que se salió de control, ha sido
un caso atípico dentro de una práctica generalizada de este delito en la
petrolera nacional.
La gasolina
líquida no explota al contacto al fuego, pero los vapores que generó la fuga,
la presión residual del combustible y la falta de acción por parte de las
autoridades que estaban en el lugar, pudieron abonar a la tragedia, según un
especialista consultado por Expansión.
Las
explosiones de este tipo de ductos no son usuales, sobre todo, viendo la
cantidad de ataques que sufre la infraestructura de Pemex cada año. Entre enero
y octubre de 2018 fueron identificadas 12,581 tomas clandestinas, dos mil más
que las 10,363 registradas durante todo 2017.
“Esto es un
tema de propiedades físicas de la gasolina líquida. Uno incluso puede apagar un
cerillo adentro de la gasolina. Lo que prenden son los vapores de la gasolina”,
explicó el especialista en temas de hidrocarburos de la consultora AT Kearney,
Raymundo Sánchez.
La gasolina
requiere evaporarse dentro de los motores de combustión interna para explotar y
generar la energía que mueve al vehículo, pero la gasolina líquida no se
incendia o explota al contacto con el fuego. Así que al aire libre también
resulta complicado ver esta concentración de vapores, porque se dispersan con
facilidad. Una explosión como la vista en Hidalgo pudo generarse porque en
alguna zona muy cercana se generó algún fuego que contactó con los vapores,
detalló Sánchez.
Sánchez
explicó que hay varios registros de tomas clandestinas donde la gente va a
recolectar gasolina que va quedando en el área sin verse ningún incendio.
"Pero
esto no quiere decir que tener contacto con este combustible sea seguro, ni
mucho menos, porque a temperatura ambiente, la gasolina se transforma en gas
con mucha velocidad, y una alta concentración de esos gases, sí puede generar
incendios como los vistos en las imágenes en Tlahuelilpan", agregó.
El analista
de AT Kearney cuestionó además la participación de las autoridades y militares
que se ven en la zona, debido a que decidieron no actuar para alejar a la gente
y acordonar la zona.
“Esto debe
ser un aprendizaje para que ahora los militares tengan la orden de alejar a la
gente y acordonar la zona cuando se encuentren con estas tomas”, consideró
Sánchez.
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