De esta forma, aprovechará el camino para
recolectar energía sola sin tener que usar un pedazo de tierra que puede
aprovecharse para la agricultura.
QuePasaCOLIMA.- Holanda
estrenó sus dos primeros tramos de carretera con paneles solares encima del
asfalto, una tecnología costosa pero que aplicada a gran escala puede ser
sostenible, según coinciden en afirmar algunos expertos.
El concepto
a primera vista es simple. Los paneles solares utilizados actualmente ocupan
normalmente una superficie de tierra que no puede aprovecharse para la
agricultura, la ganadería o la construcción de casas. Si se pudieran colocar en
las carreteras, éstas tendrían una doble función: facilitar el transporte y
generar energía verde.
Gigantes
como China o Estados Unidos llevan años haciendo pruebas piloto. En Europa,
Francia fue el primer país en atreverse, cuando en 2016 abrió un kilómetro de
autovía con placas fotovoltaicas al norte, en Normandía.
Holanda le
sigue ahora la estela. Sus autoridades recuerdan que dos tramos de carretera
estrenados son la segunda fase de un proyecto que empezó en 2014. Ese año se
abrió un carril bici con 70 metros de placas solares en la superficie. Dos años
después se le añadieron 20 metros más con elementos tecnológicos mejorados.
La compañía
detrás del proyecto, Solar Road, dijo en 2018 que los resultados cosechados
superaron las expectativas. Esperaban conseguir entre 50 y 70 kWh por metro
cuadrado al año, pero el primer tramo del carril-bici obtuvo 73 kWh al año y,
el segundo, 93 kWh.
"Aprendimos
mucho en ese periodo. Vimos que se producían algunos daños en la superficie,
así que la mejoramos y usamos otra que funciona perfectamente bien. Además,
desarrollamos todo un sistema para aplicarlo en una carretera regular",
dijo a Efe el director comercial de la empresa holandesa Solar Road, Sten de
Wit.
Esta
compañía ha colocado ahora paneles solares en dos tramos de carreteras
holandesas: uno de 50 metros cercano al aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol y otro
de 100 metros a pocos kilómetros de Róterdam, en un carril-bus.
El futuro es
prometedor, pero los críticos presentan dudas respecto a la eficacia. Los
paneles deben aguantar el peso de miles de coches cada día, por lo que es
probable que se dañen. Además, no pueden inclinarse para aprovechar al máximo
la luz según la estación del año, algo que sí hacen los colocados en una
superficie de tierra.
Los
holandeses calculan que la energía recogida por los paneles encima de la
carretera será entre un 25 por ciento y un 30 por ciento menor que la obtenida
por los que se inclinan.
Está por ver
si este concepto explota en el mercado y empieza a aplicarse de forma masiva.
De suceder, Holanda empezaría la carrera en una posición privilegiada. Y con
Francia mirando de reojo.
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